Cuando sacamos una foto estamos enseñando al mundo la manera que tenemos nosotros de ver las cosas. Es verdad que todos tenemos dos ojos y tenemos delante el mismo paisaje y a las mismas personas, pero cada uno lo vemos de una manera distinta. Nuestros ojos solo los tenemos nosotros.Igual que cuando nace un niño le ponemos nombre para poder llamarle, a las obras de arte se les bautiza para poder referirnos a ella.No hay un manual de instrucciones para poner títulos, esto no es una tabla de multiplicar, cualquier resultado, de lo que de, es correcto.
Pero si os habéis esforzado tanto para hacer una foto bonita, es una pena que no le pongáis un buen titulo.Hay muchas formas de poner el titulo. A veces es simplemente el nombre de la persona que sale en la imagen. Y esto debe ser así si la persona que sale en la foto está haciendo un gesto que la define, que es muy suyo: Simplemente María, Juan y Pedro.Otras veces, el titulo viene dado por el momento: verano de 1990, recreo de las once…También por lo que representan: amistad para dos, silencios ruidosos, piezas de puzle, piñas que no son frutas…Tenéis que si hacéis muchas fotos y alguien os encuentra por la calle y os dice: me ha gustado una de tus fotos, se llamaba x, tenéis que saber de qué foto se trata. Igual que si uno de vuestros padres le cuenta a un amigo que su hijo hizo una foto preciosa que se titula: las mochilas traman algo. El señor se imaginara que en la imagen hay mochilas, probablemente varias. Y antes de ver la foto, ya sabrá algo de ella.
Aunque una imagen vale más que mil palabras, no hacen falta tantas para poner nombre a una imagen. No hace falta que el titulo sea muy largo, ni explicarlo todo porque las imágenes hablan por sí solas. Simplemente hay que ponerle titulo y estoy segura que lo haréis genial porque alguien que sabe hacer algo tan complicado como sacar una buena foto, sabe ponerle nombre.
En esta ocasión haremos una excepción y escribiremos en castellano, porque la autora de estas bonitas palabras lo merece: Emma Baizan.
Emma es una joven escritora de Oviedo a la que Maria tuvo el placer de conocer en Madrid. Emma estaba en una cena donde había gente que tenia un sueño y Emma les enseño como nadie bosteza cuando tiene un sueño. Durante mas de dos años estuvo escribiendo con su pluma un recopilatorio de textos donde podemos encontrar muchas de esas emociones que tanto hemos trabajado en clase y nos ha encantado leer como podemos hacerle cosquillas al espejo cuando refleja a alguien triste.
En clase hemos estado leyendo algunos de sus "chupitos" y hemos percibido que ese libro es como un pequeño gran tesoro para Maria y al leer, lo hemos entendido. Que bien escribe Emma!
Después teníamos una misión: leer su texto para poder poner nombre a las fotos de nuestra exposición. El resultado lo podréis comprobar a partir del 10 de abril pero nosotros hemos querido agradecer con un vídeo a Emma el esfuerzo y que nos dedique su maravilloso tiempo para poder ponerle nombre a las fotografías ya que una imagen vale mas que mil palabras pero a veces hay que encontrar las palabras exactas.
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